La calma visitó tu mirada oh Hussni qué tristeza
la calma visitó tu mirada
glamorosa satisfecha
revistiéndote en la larga espera oh Hussni cuánta espera
y mientras el frío de los bosques navega tu mente
ves a Lidia y Alberto jugando entre los pinos yacientes
aquél antiguo frío de tu tierra
¿la recuerdas?
claro que sí
cuando la nieve caía fumabas tu tabaco
y acariciabas los aviones de madera con tus pupilas
Marcelita los hacía planear y elevarse hacia el cielo
con sus dulces manos hacia el cielo y lloraba
al verlos descender
oh Hussni
cómo querías a Marcelita
ayudándola acariciándole el pelo
entre las astillas y el humo la observabas horas horas y horas
aquél bendito humo
aquella dulce neblina de tu tierra
¿la recuerdas?
pocos amores te usurparon pocas palabras salían de tu boca
pero en tu tierra
todo poco era mucho
toda trivialidad era importante
y la calma ¡maldita! amiga reflexiva
que ahora te invade haciéndote pensar en lo hecho y lo no hecho
en Marcelita
allá
lejos
sobre tus casi insoportables lágrimas
sobre Marcelita allá
y tus ojos negros oh Hussni qué acartonados están ahora
cuando reaparecen Lidia y Alberto
que te saludan
y Marcelita
que te sonríe y arroja sus aviones de madera
y éstos se elevan y se elevan y se elevan y
oh Hussni
cuánta calma en tu mirada
la calma visitó tu mirada
glamorosa satisfecha
revistiéndote en la larga espera oh Hussni cuánta espera
y mientras el frío de los bosques navega tu mente
ves a Lidia y Alberto jugando entre los pinos yacientes
aquél antiguo frío de tu tierra
¿la recuerdas?
claro que sí
cuando la nieve caía fumabas tu tabaco
y acariciabas los aviones de madera con tus pupilas
Marcelita los hacía planear y elevarse hacia el cielo
con sus dulces manos hacia el cielo y lloraba
al verlos descender
oh Hussni
cómo querías a Marcelita
ayudándola acariciándole el pelo
entre las astillas y el humo la observabas horas horas y horas
aquél bendito humo
aquella dulce neblina de tu tierra
¿la recuerdas?
pocos amores te usurparon pocas palabras salían de tu boca
pero en tu tierra
todo poco era mucho
toda trivialidad era importante
y la calma ¡maldita! amiga reflexiva
que ahora te invade haciéndote pensar en lo hecho y lo no hecho
en Marcelita
allá
lejos
sobre tus casi insoportables lágrimas
sobre Marcelita allá
y tus ojos negros oh Hussni qué acartonados están ahora
cuando reaparecen Lidia y Alberto
que te saludan
y Marcelita
que te sonríe y arroja sus aviones de madera
y éstos se elevan y se elevan y se elevan y
oh Hussni
cuánta calma en tu mirada
Rio
Siempre me encantó este poema tuyo
ResponderEliminarGracias,
ResponderEliminares en verdad una linda poesía.